miércoles, 19 de diciembre de 2012

Barry Gifford en Cátedra Bergman

Cátedra Bergman (en obvia referencia al cineasta maestro Ingmar Bergman) se ha caracterizado por crear sesiones de encuentros con cineastas relevantes y gente de teatro y cine, quienes aportan al público asistente e interesado sus experiencias y consejos. Varias personalidades ya han acudido a estas puntuales citas y dejan una memoria de conocimientos valiosos para todos, como Doris Dörrie, Carlos Saura, Michael Nyman, Mike Leigh, Hugo Hiriart, Geraldine Chaplin, Terry Gilliam, entre otros, dando pláticas o talleres en lo que lleva de su corta existencia como el espacio que es, desde una perspectiva académica y del arte escénico y cinematográfico.
En la última sesión extraordinaria organizada por la Cátedra Bergman en 2012, se encuentra la de Barry Gifford, reconocido novelista norteamericano que en México es bien conocido por su trabajo con David Lynch en Salvaje de corazón y Lost Highway, y en Perdita Durango, película del cineasta español Alex de la Iglesia.
El interés sobre este autor se hace obvia por su trabajo con Lynch y De la Iglesia, pero Cátedra Bergman logró armar una sesión muy reveladora para conocer más sobre el trabajo de este autor literario que ha tenido relevancia por sus aportaciones a la cinematografía mundial, pero también por la serie de novelas y cuentos cortos que representan el grueso de su obra, por lo que desde su perspectiva de escritor conocimos más acerca de las obras antes mencionadas y que redescubrimos en él a un escritor prolífico y reconocido que mantiene un trabajo sólido y resulta ser uno de los autores contemporáneos que ya son una referencia tanto literaria y cinematográfica.

domingo, 28 de octubre de 2012

La Historia del Cine: La épica Odisea de Mark Cousins.



Desde el nacimiento “científico” del cinematográfo, se sucedieron una serie de eventos que poco a poco fueron conformando eso que a la fecha conocemos como El Cine, y no fue hasta que patriarcalmente surgió la discusión para designar en dónde había nacido el cine que se comenzó a asentar su verdadero origen peleado entre los franceses por colocar a los Hermanos Lumiére por encima de la paternidad del enemigo público No. 1 de Nikolai Tesla: el inventivo Thomas Alva Edison. Tras determinar que los Lumiére por fecha y características del Cinematógrafo fueron los padres del Cine (punto para Francia) y que el aparato que funcionaba con las monedas de níquel de 25 centavos de dólar (los Níquelodeones, Nikelodeons, de donde el canal de tv homónimo toma el nombre) no fue tan determinante para impulsar lo que años después sería llamado el Séptimo Arte, empezó a construirse lo que ahora conocemos como La Historia del Cine, primero desde el impulso de crear una industria del entretenimiento en Estados Unidos, al igual que en Francia y otros países a los que pudo llegar a venderse el cinematógrafo de los Hnos. Lumiére (en nuestro caso, México fue uno de los primeros y en donde nació el documental propiamente con las primeras “vistas” porfiristas).

lunes, 13 de agosto de 2012

El Alcalde


El prólogo/obertura del documental El Alcalde, de Carlos F. Rossini, Emiliano Altuna y Diego Enrique Osorno, asienta las líneas a seguir sobre el polémico Mauricio Fernández Garza y el terreno en el que se encuentra: describe a un funcionario duro, pragmático, de un particular gusto exquisito quien desde la intimidad de su apacible y costosísima casa, parte diariamente escoltado y sorraja declaraciones polémicas ante los medios, como aquella en la que tomó posesión del cargo y afirmó que se tomaría atribuciones metaconstitucionales para “agarrar al toro (el crimen organizado) por los cuernos”. Ese mismo día, anunció complacido la muerte del “Negro” Saldaña, líder de una banda de secuestradores por parte del cártel de los Beltrán Leyva en el Mpo. de San Pedro Garza García, asesinado en la Ciudad de México, mucho antes de que se hubiera descubierto su cuerpo, junto con otros 3 acompañantes. Desde esa particular declaración, Mauricio Fernández se catapultó a nivel nacional, escandalizando a las autoridades federales, siendo cuestionado por los políticos, empresarios y medios (el segmento del programa Primer Plano es el más revelador: “la clase alta está harta y quiere hacerse justicia por su propia mano”, como afirma Lorenzo Meyer) pero con una alta aprobación de parte de los munícipes que gobierna: “...es lo que necesita México. Acabar con todos los No deseables”, afirma una de ellas.

sábado, 4 de agosto de 2012

Cine Mexicano y la Comunidad Audiovisual #YoSoy132 #OkupayResiste

Antiguo Cine Lindavista, ahora Templo de San Juan Diego en el abandono

En la noche del viernes 3 de agosto hubo un evento frente al antiguo Cine Lindavista por parte de la Comunidad Audiovisual #YoSoy132 donde la idea original era llegar como parte del colectivo que representan y tomar por cuenta propia el cine abandonado como un recinto propio para proyectar películas y eventos culturales por parte del movimiento #Yosoy132. La cita fue a las 7 pm pero para ese momento y por la amplia difusión que hubo en las redes sociales para convocar a la gente a acudir al evento, sucedió que el recinto ya estaba resguardado por policías del Distrito Federal apostados en línea frente a la entrada del viejo cine en terrible situación de abandono para evitar la anunciada toma u okupa que se pretendía hacer en beneficio de la exhibición de películas y documentales, entre ellos el noticiario que la Comunidad Audiovisual #YoSoy132 produce para difundir acciones y denuncias que hay alrededor del fraude electoral que alegremente apoyó la imposición del PRI y su candidato presidencial, hasta ahora declarado virtual ganador de las elecciones en México de 2012, como Presidente de la Nación.



Breve retrospectiva #YoSoy132

Como se ha sabido desde el surgimiento del Movimiento Estudiantil #YoSoy131 debido al rechazo de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México ante la visita del entonces candidato presidencial por el PRI, Enrique Peña Nieto, y la posterior difamación por parte del presidente del mismo partido, el empresario Pedro Joaquín Coldwell, hacia los estudiantes tildándolos de falsos estudiantes y porros "ajenos al prestigio de la institución universitaria", aquellos que habían acudido a la plática de EPN no tardaron en subir un video a YouTube presentando sus credenciales de la universidad en la que estudian para defenderse de tamaña difamación y sumando 131 estudiantes pertenecientes a la misma. La posterior adhesión por parte de las universidades públicas y particulares a esta protesta generaron lo que ahora conocemos como el Movimiento #Yosoy132, decididamente en contra del entonces candidato presidencial, con sendas denuncias a lo que representa la llegada del PRI al poder gubernamental, organizando inmensas marchas con un marcado apartidismo. Tras el día de las elecciones federales, el movimiento evolucionó en la denuncia haciendo suyos también la cantidad de protestas por las irregularidades que sucedieron durante el 1º de julio, señalando la complicidad oligárquica encabezada por el duopolio televisivo (Televisa-Tv Azteca, en eterna e hipócrita enemistad competitiva, pero representando un solo bloque político) entre otras corporaciones. Las marchas y un constante campamento instalado frente al Monumento de la Revolución en la colonia Tabacalera que sirve como eje estratégico del movimiento, ha organizado bloqueos simbólicos a las instalaciones de Televisa para señalar la inconformidad y exigir apertura mediática a las protestas y denuncias, así como señalar la obtusa banalidad convenenciera en la que se ha manejado por años la televisora con la producción de sus contenidos "aptos para una sociedad que no quiere pensar". La toma simbólica no solo ha sido apostarse frente a las instalaciones, siendo la más prolongada aquella del 27 de julio frente a Televisa Chapultepec, sino también la oportunidad de realizar eventos culturales y proyección de documentales de denuncia que han salido alrededor de las fraudulentas elecciones del 2012 señalando como responsables a los poderes fácticos.



Cuestionado el movimiento por su "poca visión politica", su pliego petitorio "corto" por el PRI y aquellos partidos que de inmediato de rindieron ante el resultado ni siquiera oficial de las elecciones, ha continuado una serie de actividades impulsadas desde la juventud estudiantil con posteriores adhesiones del SME, Atenco y CNTE, así como de otros tantos ciudadanos inconformes que los apoyan con absoluta convicción. Se le ha augurado que esta "chispa emotiva" que dio pie al movimiento #YoSoy132 tal vez terminará por agotarse y diluirse al no tener estrategias que concreten el cumplimiento de sus exigencias, más si se ha visto que cualquier gobierno en el poder es justo a lo que apuesta: oídos sordos, bloqueo mediático, para agotarlo, desgastarlo, y entonces diluirlo en un bonito recuerdo de cómo la sociedad se organiza. Sin apostar a esto mismo que analistas de partido o estudiosísimos que observan al movimiento, existe una energía imparable que ell@s generaron y buscan diversificar ahora que han tenido no solo eco sino representación a nivel nacional y que han logrado llamar la atención internacional gracias, y sobretodo, al uso de las redes sociales tan inmediatas e incontrolables por las que han difundido sus acciones, sin nada más quedarse en la protesta nalguiplana de estar tecleando denuncias sino llevando a las calles la inconformidad ante la imposición y la presente violencia contra la población que existe en la actualidad.

La Comunidad Audiovisual #YoSoy132

En ese renglón de la diversificación de acciones, el Movimiento #YoSoy132, equiparado referencialmente a los del '68 y el '71 severamente reprimidos por el PRI entonces en el poder, ahora no solo busca hacer extensivas las protestas sino también generar un movimiento cultural que haga mella en la sociedad. La decisión de presentar eventos culturales durante los bloqueos a Televisa, han sido de las primeras acciones que han dado pie a proyecciones de documentales, representaciones y sucesos de aquella cultura que no será televisada como la revolución, porque ella misma está sucediendo en las calles al menos de esta manera. Como la adhesión de las universidades implica no solo las carreras técnicas sino también las de humanidades, las mismas escuelas de carácter artístico se han volcado para aportar sus trabajos que den una imagen y sonido al movimeinto. Entre ellas se encuentran las conocidas y prestigiadas escuelas de cine, como el CUEC de la UNAM y el CCC perteneciente al Conalculta, agregándose otras instancias del mismo carácter ya sean particulares o de dependencia estatal. Juntos con sociedades de Ex alumnos de esas instituciones y de los estudiantes mismos, crearon dentro del movimiento una Comunidad Audiovisual #YoSoy132 que tomó la tarea de representar y generar actividades de apoyo y en paralelo generen conciencia sobre la endeble situación en la que se ha encontrado por años la comunidad tanto cinematográfica como audiovisual de la nación: el abandono y el desinterés desde el poder mismo a la cultura.

Viernes 7 de agosto

Cuando la Comunidad Audiovisual #YoSoy132 llegó al antiguo Cine Lindavista, el lugar ya estaba resguardado por elementos de la Policía de la SSP-DF para impedir la inminente ocupación del recinto como un espacio que se dedicaría a la proyección gratuita de películas de ficción y documentales mexicanos abierto al público bajo un esquema autogestivo. Ese espacio desde hacía más de diez años estaba abandonado y posteriormente fue designado de manera oportunista, ante la visita del Papa Juan Pablo II, como El templo de Juan Diego recién canonizado (estrategia para reforzar y ampliar la manipulación religiosa alrededor de la mitología católico-mexicana de la Virgen de Guadalupe). Se creó un fideicomiso y una Asociación Civil que se encargaría de hacer realidad esa iniciativa de la Iglesia Católica, pero que a la fecha no ha visto avance alguno para concretar el proyecto. Siendo parte de la cadena de cines COTSA que antes era administrado por el estado federal, quedó en el olvido al no entrar en el paquete de privatización que vendió la televisión, el radio y la cadena de cines estatales como un solo paquete para su adquisición de algún particular (eran IMER, IMEVISIÓN y COTSA). Algunos cines sí fueron adquiridos y convertidos en propiedad particular, pero varios de los cines gigantescos y de corte mediano quedaron en el abando no por pertenecer a otros particulares que, al estar en litigios familiares o de otro tipo, no han hecho más que dejarlos en ruinas, no solo en el caso del Distrito Federal sino también a nivel nacional. Algunos han sido otorgados a esas franquicias religiosas  del "pare de sufrir" y se han convertido en la peor imagen del sufrimiento que no para para los espacios que cada vez desparecen como terreno natural del Cine Mexicano. Por parte de la comunidad cinematográfica en este caso es muy conocida esa situación: las cadenas monopólicas de exhibidores dan una preferencia abierta por interés comercial al cine norteamericano gracias no solo al "probado éxito" que estas representan, sino que han cedido a las presiones de las distribuidoras de años que ni siquiera han respetado la legislación mexicana del 10%/1 semana de exhibición para el Cine Mexicano, aunque este produzca por otros mecanismos recargados en dineros públicos lo que se considera como Cine Nacional. Eso no parece cambiar aunque la evolución mundial del formato de exhibición clásico en 35 mm derive en formato digital... que ahora resulta que en México lo tienen que ¡pagar! los productores y distribuidores mexicanos para financiarle a las grandes exhibidoras su conversión a proyectores digitales por medio del impuesto Virtual Print Fee (VPF, por sus siglas, Cuota Virtual de Impresión Digital) para también acceder a este "evolucionado" sistema de proyección. Tan equivocada ha sido esta exigencia hacia los distribuidores/productores mexicanos, como aquella que impulsa trasladar ese costo al Estado con presupuesto público. De cualquier forma, el exhibidor nunca pierde: invierte al inicio en la adquisición de proyectores digitales y busca recuperar ese dinero cargándoselo a tercero "si es que quieren exhibir sus producciones en el nuevo formato digital" que preponderará en las grandes cadenas. Los anteriores proyectores de 35 mm serán otorgados salas universitarias y cine-clubes como dádiva altruísta, limosna verdadera, de lo que ya consideran las grandes cadenas como chatarra, aunque estas otras instituciones se encuentren haciendo su esfuerzo por entrarle a cuenta propia en la conversión digital de su modo de exhibición, aunque no es la mayoría.


Inicio #OkupayResiste (Foto: Lucía Miranda)
Resumiendo las problemáticas, la Comunidad Audiovisual #YoSoy132 está consciente de que existe una legislación desde 1993 que orilló del anterior 50% de exhibición obligatoria de Cine Mexicano al 10% (aunque existen  iniciativas ninguneadas por elevarlo al 30%) en las salas cinematográficas mexicanas-privadas y que por lo mismo ni siquiera las producciones "oficiales" y mucho menos las independientes podrán encontrar espacios de exhibición, y mucho menos esquemas de recuperación que ni siquiera otorgan los actuales esquemas en las salas mexicanas. 

Okupando (Foto: Lucía Miranda)
Digan lo que quieran, pero resultó que una de las primeras iniciativas de la Comunidad Audiovisual #YoSoy132, en simultáneo a producir sus contenidos como los Noticieros #YoSoy132, fue la recuperación de espacios, recintos en este caso los abandonados, para convertirlos a fuerza de la Ocupación en espacios abiertos a la exhibición de películas mexicanas, entre ellas las producciones de denuncia o carácter político que no encontrarán otro espacio en el terreno comercial secuestrado para ser difundidos. cosa aparte son los festivales de cine que ocurren en territorio nacional. El problema fue que el primer espacio a ocupar estaba previamente resguardado gracias a que las fuerzas gubernamentales se enteraron con antelación de esta iniciativa.

Noticiario 3 #YoSoy132 (Foto: Lucía Miranda)
Como señalaba, algunos de estos cines abandonados están a resguardo de particulares atorados en litigios (Cine Insurgentes o el Continental de Av. Coyoacán, por ejemplo) o muy pocos por parte Gobierno de la Ciudad. En el caso del otrora Cine Lindavista dedicado a la infancia de la ciudad y ahora bautizado como Templo de Juan Diego, la Comunidad Audiovisual se encontró con un bloqueo que le impidió la ocupación y en ese instante decidieron hacer una ocupación simbólica, presentando el programa previamente difundido en las redes sociales para esta ocasión: un discurso informativo, la proyección del Noticiario 3 #YoSoy132, el primer corte del no-documental Cines abandonados en San Francisco con musicalización en vivo y el largometraje/Ópera Prima de Francisco Vargas, El violín. El ingenio creativo de este grupo no se achicopaló ante los policías y extendió una banda de celuloide de 35mm para rubricar a los oficiales aguantando parados ante la reja del Cine Lindavista y recibiendo las coquetas flores blancas de las chicas que luego escondieron en sus espaldas para que no figuraran en las fotos y videos tomados en el evento. Cualquier ocupación y/o manifestación es de carácter pacífico, de  resistencia civil, que evita provocar violencia o reaccionar ante provocaciones. En este caso no hubo provocación hacia la Comunidad. 

Proyección Cines abandonados en 16mm (Foto: Lucía Miranda)
A pesar de la inmediata decisión de hacer esta ocupación simbólica, hubo pronunciamientos que expresaron ante los asistentes no solo hacer ocupaciones simbólicas sino ocupaciones permanentes en este tipo de recintos, también autogestivas, como también hizo eco un conmovido representante de CEREZA (Resistencia Zapatista), para que las actividades culturales tengan un mayor impacto y se conviertan en realidad en espacios que la cultura necesita como salida ante el ciego bloqueo que existe en otros espacios "pertenecientes" a particulares y que no proyectan aduciendo "falta de interés" del público. 
Ramón Aupart (Foto: Lucía Miranda)
Francisco Vargas (Foto: Lucía Miranda)
Entre las proyecciones, se hicieron escuchar la exposición de la problemática del Cine Mexicano por parte de Guadalupe Ochoa y de Ramón Aupart, productor y editor de cine, que entre sus trabajos se encuentran obras del también cuequero Alberto Bojórquez, quien denunció que la exhibición comercial ha estado cultivando en el público mexicano la idea de que prefieren ser parte de la nación norteamercana, siendo una estrellita o barrita más de su bandera, que identificarse con un nacionalismo necesario y más natural con las producciones mexicanas. Tanto guadadlupe, como Ramón Aupart y Francisco Vargas agradecieron que estas iniciativas se encaminen en abrir espacios negados al Cine Mexicano con una fuerza como la que tiene el Movimiento #YoSoy132 ahora en este brazo cultural de la Comunidad Audiovisual que empieza a realizar acciones concretas en favor de la Cinematografía Nacional. 




viernes, 6 de julio de 2012

Colosio El Asesinato y el Cine Político Mexicano

A mi querido maestro Alfredo Joskowicz.
Q.e.p.d.



Consabido magnicidio de la no tan lejana historia mexicana en época electoral del año 1994, con Colosio El Asesinato (2012) Carlos Bolado regresa a Bajo California: el límite del tiempo  candente de Lomas Taurinas para arrancar su relato desmenuzador y decididamente teoría final del asesinato de Luis Donaldo Colosio, otrora cándido candidato por dedazo a la Presidencia de la República Mexicana por el PRI en 1994, iniciando la película con textos modernosos y efectitos tembeleques para dar la sensación reporteril objetiva de un thriller que se entretiene poco en la vida íntima del protagonista Andrés, a quien iremos descubriendo como un agente de inteligencia en retiro, y su segunda esposa Verónica (Kate del Castillo) debatiéndose en quedar embarazada y ser la locutora de radio/voz off coral del relato resumiendo "aquello que se percibe y que piensa la gente sobre el asesinato". Pero el guión de Bolado/Hugo Rodríguez prefiere no salirse de las trancas formales regresándose tantitito antes del notición que cimbró por segunda vez a México en 1994 (siendo el primero la irrupción del EZLN a la luz pública) para presentar a esta pareja de clase media defeña estable e identificarnos con ambos tórtolos juguetones con el hijo de Andrés. Las noticias en la tele en voz de Javier Solórzano dan cuenta del asesinato y Andrés se dedica a grabarlo en el modernísimo (para la época, claro) grabador VHS para poder ver cuadro por cuadro el increíble homicidio.
Aunque haya una serie de personajes ficticios perfectamente nombrados, a la mañana siguiente el conspicuo y maquiavélico Doctor (Daniel Giménez Cacho) desayuna con El Licenciado (Odiseo Bichir) cuya plática nos hace entender que trabajan en lo más alto del gobierno mexicano y que cuadrándose al mandato presidencial se debe iniciar una investigación paralela a la oficial, para que El Licenciado disponga de todos sus recursos (incluida maletota de dinero otrogada a Andrés como adelanto) para descubrir quién o quiénes están tras el magnicidio y conocer la verdad, no sin antes sentir que el encargo tiene algo contra de él, pero el Presidente pelón, orejón y sobre todo innombrable ha hablado y hay que acatar la orden. Así, El Licenciado innombrable contacta de inmediato a Andrés y le requiere que haga todo lo posible por investigar a profundidad el caso, por lo que arma un escuadrón de agentes de su confianza y saca información de contactos en otras dependencias hasta para ser rémora de la investigación del Fiscal Torres (José Sefami).
Al arrancar, Bolado/Rodríguez siguen en paralelo a El Seco (Marco Pérez), quien elimina a los primeros tiradores al día siguiente del atentado y poco a poco devasta  la investigación de Andrés y su dreamteam de inteligencia intra gubernamental, quienes apoyados por el fiscal de la PGR en Tijuana Benítez (Dagoberto Gama) empiezan a descubrir las divergencias de la versión oficial: la cantidad de Marios Aburtos en Lomas Taurinas, ejecuciones sin rastro de casquillo 9 mm que trazan una ruta y señalan participantes, así como descubrir motivos mezclados de probables autores intelectuales, incluyendo al narcotráfico que, de acuerdo a esta versión, en sus distintos carteles intentaron en vano reunirse con el Cándido Candedote Colosio para llegar a acuerdos.
Evidentemente, la vida personal de Andrés está afectada: usan líneas telefónicas seguras para sus conversaciones, levantan sospechosos para sacarles a tirabuzón testimonios y él apenas tiene tiempo para platicar con Verónica y siquiera discutir con ella el caso que investiga pero sí lo que merma su vida como pareja, más bien acatar órdenes del doctor particular para que puedan concebir el hijo que ella tanto ansía como concreción de su matrimonio. Entretanto, el misterioso Doctor Innombrable sigue moviendo sus piezas y supervisa de cerca la investigación oficial del Fiscal Torres acotándolo, presionándolo con amenazas de sacar sus trapitos sucios a la luz. El Doctor Innombrable es una presencia constante que asienta la idea de que el Colosio fue un candidato elegido por cómodo y manipulable por el grupo encabezado por el Presidente y su hermano con planes posteriores a su gobierno, aunque termina saliéndose del huacal del poder titiritero.
Al evadir citar puntualmente la enredada y engorrosa versión oficial del Candidaticidio como decisión narrativa, Bolado/Rodríguez se dan a la libre tarea de amalgamar los elementos más claros que el sospechosismo apuntaba: No había un sólo Mario Aburto,  el Aburto arrestado no fue el que cometió el atentado, no actuó sólo, muchos intereses dentro del Partido dieron pie a ese atentado. Sin embargo, asientan que solamente desde la discreción y operatividad interna se puede conocer la verdad, tanto como para que el Doctor Innombrable haya ordenado esta heterodoxa investigación y conocer qué tanto se podría saber de la muerte deseada de Colosio.

Con una realización sobria, sin aspavientos estilísticos que distraigan ni vueltas de tuerca fuera de lugar, constantemente comparado con el hábil thriller aunque desde la perspectiva lacrimógena-demócrata-patriotero de JFK (Oliver Stone, '95), Carlos Bolado crea un thriller cuyo suspenso va dirigido a develar los tejes y manejes de la oscuridad que el Poder tiene en sus fueros internos, como menciona Don Fernando (Emilio Echevarría), "el Poder te enseña a manejarte en la Oscuridad", revelando en la cena que el chileno mediático presenció donde el candidato Luis Donaldo Colosio (Enoc Leaño) aprovechó para deslindarse de los planes del Presidente, su hermano y compañía pretendían con él, aduciéndose un poder presidencial que marcó su destino. La propuesta ortodoxa aunque no tan convencida o asumida de plantear el universo personal en el que se desenvuelve Andrés con Verónica no terminan cuajando en toda la estrucutura, hábilmente recrean el conjunto de teorías en el momento de reconstruir el asesinato cuando dan sus conclusiones al Licenciado (uno de los momentos más geniales y logrados de esta obra). Todo el resto de elementos se amalgaman para confluir en este instante y sentar en la conciencia del espectador la idea del crimen de Estado.

Lo más evidente es la decisión de evitar nombrar a todos los políticos involucrados en el caso, desde el "Innombrable Presidente" (Carlos Salinas de Gortari, actualmente en activo desde la sombra política) hasta  El Doctor (José María Córdoba), como El Licenciado (Francisco Ruiz Massieu), Don Fernando (Fernando Barrios, secretario de Gobernación), Pedro Aspe, Manuel Camacho Solís y el encabronado hermano de Carlos, Raúl Salinas de Gortari. Aunque para propósitos de crítica hacia la maquinaria del estado funcione como patrón de los esquemas perversos que cualquier estructura de gobierno puede adoptar para sus intereses particulares, mezquinos en su mayoría, aduciendo la universalidad de la ficción, por el otro lado no deja de llamar la atención la evasiva temerosa de nombrarlos tal cual son: Deja como tarea al espectador investigar quiénes son ese grupo de personajes. ¿Una licencia de Carlos Bolado? Sobretodo porque se adscribe a la autenticidad de la historia por anunciar que está basada en hechos reales.

Se agradece la sobria musicalización y supervisión musical, aunque no del todo el recurso de usar sonidos de transición breves entre cortes que ni vienen al caso. Promediando, es una producción lograda en términos generales con actuaciones sobrias a pesar de algunos diálogos forzados, que privilegia la sustitución misma de la acción por cabecitas parlantes, como decisión narrativa para hacer digerible al espectador los enredos políticos y sus consecuencias. Cabe destacar que es un proyecto que venía gestándose desde 1998 y que hasta este 2012 electoral tuvo luz verde bajo sospechosas circunstancias que Jaime Avilés señaló como deporte en varias ocasiones dentro de su columna en La Jornada, ya que ni siquiera concursó para buscar los apoyos del IMCINE como el resto de las producciones mexicanas que luchan por obtener recursos con las exigencias y engorrosa tramitología que se les pide a las producciones (Carpetas de producción, compromisos previos de apoyos de otras instancias) para obtener los apoyos estatales. Más bien, se evidenció el oportunismo de la administración panista, abiertamente antipríista (posición que no se deja de agradecer) para influenciar en la decisión electoral que estaba en proceso por otro medio que no fuera la tan evidente compra de los votos que el mismo PRI y el PAN (en menor medida pero documentada) intentaron. Así fue que hasta la misma Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas junto con la comunidad de cineastas mexicanos protestara por ese apoyo tan directo en un desplegado que de alguna forma se contestó con evasivas y después con un amplio estreno de una producción que al menos hizo los honores al género y a aportar algo en el vacío de la historia política mexicana reciente (Con el mismo reclamo se alcanzó a darle un "laminazo" al biopic de Morelos que surgió por encargo de Felipe Calderón). 

Afortunadamente tuvo una buena recepción entre el público que se vio reflejada como éxito de taquilla dentro de la cartelera en México. Probablemnte Carlos Bolado y todo su equipo sí influyeron para aderezar la percepción que se tiene del Partido Revolucionario Institucional ante la cercanía de las elecciones ahora ya cantadas a su favor. Queda ver el destino posterior de la película y las evasivas elegantes que el candidato del Mass Media tenga respecto a esta obra.  




ADDENDUM
Brevísimo abrevadero del Cine Político Mexicano.

Como en toda cinematografía sana que se precie de serlo por más que se encuentre en la lona de la exhibición y otras linduras, el Cine Mexicano siempre ha coqueteado con las tentadoras temáticas políticas, las historias de corrupción, motivos oscuros tan adecuados al cine negro proclives para el morbo o la sencilla denuncia para revelar el abuso del poder político. Y con la confianza del impacto que este tipo de historias tiene, muchas de esas producciones se precian de ser honorables películas cumplidoras o churros que sufren de una doble censura: la de Gobernación y la de la crítica que las destroza por pinches y disparejas. Si recordamos La sombra del caudillo (Bracho, '60) donde la novela de Martín Luis Guzmán puntualmente señalaba los tejes-manejes del ficcionado caudillo Álvaro Obregón por imponer un candidato a modo (Elías Calles) para permanecer en la sombra que la no reelección permitía, la misma película cumple la transcripción anecdótica sin ser una de las obras mejor logradas en la carrera de Julio Bracho pero sí de las más importantes, y como se sabe eso bastó para que fuera elegantemente enlatada durante 30 años por incomodar a líderes militares que no deseaban "inquietar al público" de la época con sucesos de hacía más de otros 30 años atrás (alrededor de 1927, refiriéndose al asesinato del General Francisco Serrano).
También Alejandro Galindo, el maestrazo del cine urbano mexicano y cabal representante de la obtusa tiranía sindical durante su permanencia en el STPC, se dio la oportunidad de darle un repasón al sindicalismo obrero Ante el cadáver de un líder en una comedia donde desfilaban trabajadores sindicalizados tristes con pancartas, su viuda e hija y... ¡la otra viuda con hijos! Pero este cine echeverrista era lo único que se permitía retratar evadiendo los sucesos tan frescos del '68 y '71 que arrastraba en la conciencia colectiva con un cine de denuncia tremebunda y göre de nota roja tipo ¡Alarma! aderezado con salsa catsup (Las poquianchis, Canoa). Producciones independientes surgieron, como El cambio (Alfredo Joskowicz, 1972), la trilogía del Cha-Cha-Chá (entre ellos Chapopote, 1979) de un colectivo en el que se encontraba el documentalista Carlos Mendoza o la industrial Bajo la metralla (Cazals, 1983) que en número han representado pocas producciones respecto a los documentales más reveladores y de confrontación que han existido a la fecha (entre ellas Crónica de un fraude, 1988, de Carlos Mendoza y Canal 6 de julio).
La veta política estaba en el joven Alfredo Joskowicz durante su participación en El grito (Leobardo López Aretche, 1968) pasando por El cambio hasta la más sobria Playa Azul (1992) sobre la decadencia de un político en el retiro.


La sombra del caudillo salió a la luz en una terrible copia de 16 mm durante el Salinato que lo aprobó para desenlatarla, pero se sintió atacado con el Rojo Amanecer (Jorge Fons, 1990, con producción del emblemático Valentín Trujillo) desde el guión de Guadalupe Ortega y Xavier Robles sobre la matanza en Tlatelolco durante el '68 y que logró exhibirse por el apoyo de los cineastas, o la confrontación directa post fraude electoral con guión de Víctor Ugalde, Juan Miguel de Mora y Fernando Pérez Gavilán, ¿Nos traicionará el Presidente? (Pérez Gavilán, 1991) de producción privada que no corrió la misma suerte y fue de inmediato enlatada por referirse a Salinas de Gortari en función presidencial durante el saboteado y brevísimo estreno en la extinta cadena de cines estatales COTSA


Intentos han habido y ahora Colosio el asesinato viene a integrarse a esas escasas producciones de ficción que critican al sistema con mejor fortuna que el resto. No conformes, está por estrenarse quién sabe cómo una producción de Federico Arreola que critica abiertamente al PRI y al innombrable Salinas de Gortari con el título a go gó Crímenes y TV (Ópera prima de Xavier Robles, con guión propio), aduciendo la evidente asociación mediática de Televisa en la política nacional que trata de imponer a Peña Nieto. Recientemente salió un avance de veinte minutos de la película en YouTube y se adivina lenta y torpe en la realización de Xavier Robles, cuyo valor radica más en su carga dialogadísima de denuncia directa que en el logro valiente como producción cinematográfica.


Ahora que el PRI está por tomar el poder presidencial tras las elecciones del 2012, con todo el saludable movimiento #YoSoy132 acotándolo, el cine político mexicano esperará a otras y otros valientes y atrevidos intentos por seguir aportando a este género necesarísimo en nuestra cinematografía como otras sí lo llegan a tener. La saludable producción de documentales parece ser el único espacio en el que se desarrollará abiertamente, con las excepciones de la trilogía de Luis Estrada (La Ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno) que se estrenaron durante los sexenios panistas y los documentales Fraude México 2006 (Luis Mandoki, 2006), 0.56% (Lorenzo Hagerman, 2010) y El ingeniero (Alejandro Lubezki, 2012), aunque el debut del crítico de cine Rafael Aviña como guionista quiso evitar Borrar de la memoria (Alfredo Gurrola, 2010, estrenado de forma paupérrima hasta el 2012) los acontecimientos del movimiento estudiantil del '68 con su ficcionada historia que se extendía a la actualidad con la brillante actuación de Adaberto Parra.


En lo que Carlos Bolado, como principal responsable de Colosio el asesinato, espera poder exiliarse del país ante el triunfo del PRI en las elecciones del año presente, queda el público en espera por tener otras producciones que se integren a este género particular que es el cine político mexicano.

miércoles, 23 de mayo de 2012

#32Foro Cineteca De jueves a domingo y el "road movie" intimista



Por definición, un road movie es aquella travesía filmada a lo largo de un viaje, con peripecias y obstáculos, que durante el traslado a otro destino implica una introspección reveladora del protagonista, salirse de su rutina abre la posibilidad de conocerse aun más, reflexionar y tomar una decisión que le cambia su vida para regresar con una conciencia renovada a la rutina de origen o no regresar. Dentro de esa fórmula cinematográfica existen variantes, pero en la ópera prima de Dominga Sotomayor De jueves a domingo, como resultado de su estadía en el Talent Campus de la Berlinale durante 2011, la apuesta es otra. Primero, es minimalista porque se circunscribe solo a lo que sucede entre Lucía (Santi Ahumada) de 10 años y su familia durante un viaje de la ciudad de Santiago hacia el norte de Chile, al menos el último que realizará su familia en proceso de separación, donde su hermano Manuel (Emiliano Freifeld) de 7 años, sólo busca divertirse y vivir su propio viaje, ajeno a la tensión que hay entre su madre Ana (Paola Giannini) y su padre Fernando (Francisco Pérez-Bannen). Empiezan los juegos para distraerse, pero la constante renuencia del padre resalta su distanciamiento, corta el frágil vínculo entre ellos y parecen trasladarse en automático a un destino: Fernando quiere mostrarles un terreno heredado que podría representar un futuro prometedor para la familia, a pesar de la inminente separación. Por ello, Ana le sugiere que mejor alquile un cuarto en un hotel (sobre entendiendo “para que vivas solo”), pero él prefiere rentar ya un departamento. En el camino hacen parada a un altar al lado de la carretera dedicado un ermitaño que perdió a su familia en un accidente y le dejan provisiones; después dan aventón a un par de adolescentes aventureras despreocupadas porque han corrido con suerte y comparten su e-mail con Lucía; llegan a un río para refrescarse y Manuel exige llegar a la playa, sin tomar en cuenta la fricción que hay entre sus padres como lo está notando poco a poco Lucía. Más adelante, encuentran a un amigo de Ana, el padre soltero Juan (Jorge Becker) quien genera más tensión a la atmósfera entre ella y su esposo. Él los ayuda a salir con su combi de un riachuelo donde se atascó el Mazda 929 en el que viajan y, casi al final, se encuentran de nuevo con Juan y sus compañeros en un campamento, donde pasan una tertulia con fogata y conocemos desde el punto de vista de Lucía la cercanía entre ambos amigos, para colmo de Fernando. Lucía trata de vivir su niñez disfrutando ver a su hermano hacer “bucitos” con las lecciones de su padre, jugando con el hijo de Juan quien habla francés como loquito para enamorarla aunque sea tantito, pero no puede conciliar el sueño en la casa de campaña cuando los adultos están conviviendo en la fogata: la inquietud, su incertidumbre le ha amargado el viaje.
Dominga Sotomayor

En los anteriores trabajos de Dominga Sotomayor se puede encontrar la temática de la separación y los niños, quienes dentro de esa circunstancia la sobrellevan lo mejor que pueden, como en sus cortometrajes Debajo y La montaña; o aun están viviendo los instantes de la separación, como en Videojuego, donde un niño raquetea el Tenis virtual de su Wii en constante primer plano mientras la pareja se reparte pertenencias detrás de él, pero el padre no puede llevarse la televisión hasta que su hijo no termine el último set de su juego. A diferencia de Cessna, donde el seguimiento documental de la pasión de un adolescente por la aviación y su primer viaje en un avión es retratado con una cámara en mano, en Videojuego la cámara se emplaza en un sólo punto, ancla el primer plano del niño y él se convierte en el contrapeso de la pareja que se separa.
Ahora en De jueves a domingo, el estilo minimal y contemplativo de Sotomayor es adecuado para adentrarse y dejarnos percibir la preocupación de Lucía ante lo que se le presenta. Por más que lo haya sabido de antemano, vivirlo en el último viaje de su próxima familia rota es algo que no se espera. Las escenas de Dominga no persiguen a los personajes en sus traslados espaciales, los deja salir de cuadro y a nosotros suponerlos con el sonido en off (fuera de cuadro). Debajo y Videojuego muestran emplazamientos de lo importante.

Aquí, también la cámara de la cinefotógrafa Bárbara Álvarez espera con paciencia que lo esencial suceda frente a su lente: al inicio de la película cuando Lucía es despertada, le cuesta tanto levantarse que su padre Fernando se la tiene que llevar cargando; salen de cuadro y reaparecen en la profundidad del campo donde está el Mazda 929 con la cajuela abierta, enmarcado por la cama abandonada y la ventana. Ana termina de llenarla con provisiones y ella le pregunta casi en murmullo a Fernando “¿Estás seguro que quieres que vaya?”. Aunque a él en apariencia no le importe mucho, hace que ella suba y el conflicto aborda con ellos para acompañarlos en la travesía.
En el reducido espacio del carro, la cámara anti-frenética deshilvana los espacios en off de cada escena, descubriéndolos sin prisa al mismo tiempo que Lucía cobra conciencia de lo que pasa entre sus padres, amparada en la inquietud de su hermano Manuel y descifrando sus diálogos entrecortados. Los emplazamientos parten desde ella y se desenvuelven como espiral conforme los hermanos piden ir a “las termas”, dulces de Halloween o que los lleven en el techo del carro. La cámara intimista tampoco se deslumbra ante la apertura del paisaje, prefiere el espacio cambiante entre la familia, aunque a Manuel se le caiga algo del carro, se detengan a recogerlo y desde dentro vemos el machucón que el descuido del padre le ha dado a Ana; la cámara acompaña la alegría de Lucía y Manuel cuando por fin los pasean encima del capó del auto y ella después presencia la álgida discusión de sus padres desde afuera.

La presencia de los temas del compositor Manuel Alejandro se hacen de manifiesto cuando Ana hace cantar a Lucía una de sus canciones, como también en el campamento al corear Quiero dormir cansado, que abunda sobre la separación, el rompimiento de la pareja y da pie para presentar esa metáfora visual de la soledad que es el desierto en el que termina el viaje, donde la madre se pierde indignada al descubrir que su esposo tenía todo preparado para vivir solo y Lucía la busca angustiada. Finalmente llegan al destino planeado por Fernando, suben todos a un montículo para ver solo la extensión del desierto y darse cuenta de que no vale más entretenerse allí, mejor irse de una vez porque Ana sigue molesta aunque más calmada, Fernando los apresura y se detiene un momento para regalarles de nuevo el viaje en el capó a los niños, pues es posible que sea la última vez que lo hagan o al contrario, una de tantas más porque querer dormir cansado y no despertar jamás, querer dormir profundamente y no despertar llorando, con la pena de no verse, se asemeja a ese desierto del que mejor huyen con los acordes de esta canción final en version acústica que acompaña su regreso.
Sencilla, sincera, con economía de emplazamientos como decisión narrativa, Dominga Sotomayor y su equipo vuelcan el road movie hacia la mirada infantil sorprendida, temerosa, con una conmovedora historia sobre “una niña que se debate entre estar consciente de lo que pasa con sus padres y querer ser niña durante un viaje”.

Si veo hacia atrás creo que mis cortos y “De jueves a domingo” son como una misma historia, como si hubiera sacado momentos de una misma línea de tiempo, quizás es la única historia que hasta ahora me interesa contar. Son distintos fragmentos de situaciones familiares cotidianas vistas con cierta distancia formal. Pero siento que la historia no es lo más importante, sino ponerme en un punto de vista determinado,  como la de los niños en “De jueves a domingo” o la del eclipse en el corto Debajo.
Dominga Sotomayor en entrevista con Roberto Doveris sobre su Ópera Prima, en el BAFICI.



Ficha técnica:
Película: De jueves a domingo (Chile-Holanda/2012/96’/35mm/color)
Dirección y guión: Dominga Sotomayor
Producción: Benjamín Domenech, Gregorio González
Fotografía: Bárbara Álvarez
Edición: Danielle Fillios, Catalina Marín
Reparto: Santi Ahumada (Lucía), Emiliano Freifeld (Manuel), Paola Giannini (Ana), Francisco
Pérez-Bannen (Fernando), Jorge Becker (Juan), Axel Dupré.


martes, 22 de mayo de 2012

#32Foro Cineteca Un mundo secreto


Después de haber tenido una afortunada presencia dentro del 27º Festival Internacional de Cine de Guadalajara y una cálida recepción en el Festival de Berlín de 2012, estar  de gira como parte de las producciones mexicanas que integran del 32º Foro Internacional de la Cineteca, y ahora llegar a estrenarse en salas mexicanas, Un mundo secreto se revela como sigue:

La Ciudad de México-marco-inicial-de-esta-historia se presenta a través de tomas oblícuas de aquellos rasgos permanentes, herrumbrosos, decadentes de la misma: los gatos que se asoman desde un resquicio de la Glorieta de Insurgentes, el barandal con pintura resquebrajada del puente del Eje 7, viejas ventanas abiertas tomadas desde abajo y una perspectiva del Eje Central en fuera de foco, que embarra sus luces y autos en una plasta confusa, hasta que la cámara estilizada de Mariño/Hernández aterriza en el pasillo de un departamento donde fuera de cuadro se escuchan los ruidos repetitivos de la cópula que sucede en el cuarto contiguo. María (Lucía Uribe Bracho), de 18 años, prácticamente inerte, coge con un joven excitadísimo, que acaba contento como lo hará después aunque sea el último día de clases, invitando a un amigo para compartir un alegre acostón como cualquier otra cosa, "pero nada más tú" porque sabemos que ella tiene cierta prisa.

María es una chica silente, absorta, introvertida en apariencia porque no se lleva con nadie más, huraña con su madre déspota porque ella vive en la nube de su adultez y las responsabilidades, pues lo único que le importa de su hija es saber la fecha para pagar la inscripción y por qué no se arregla mejor para el día de su graduación. Ese silencio permanente le permite a María planear un viaje/escape mientras una María-La-Dulce le platica en su diario lo increíble y valiosa que es como persona, que la va a extrañar, que la fiesta de graduación estuvo genial, que mientras construye esta fantasía en el cuaderno con hábiles dibujos que anuncian un viaje, durante la primera escala de su trayecto se encuentra en un restaurante a la dicharachera madre soltera (Olivia Lagunas) y le endilga unos minutos a su hijo en lo que va y viene con un amigo cariñoso, lo que le vale pasar una noche en su pequeñísima casa, escuchar la historia de su esposo buscando oportunidades en E.U. y María inventándole que visitará a unos parientes en el norte, por lo que mejor huye de madrugada de esa casa y se deja abordar por un desconocido que la chulea. María-Puta se deja llevar, porque nunca se quedó atrás en la ciudad, la acompaña después de que coge sin remordimientos con el desconocido y le recrimina su putería al escribirlo en el espejo de un baño, como si fuera el eco de la misma madre que la acaba de regañar por irse a su "viaje de graduación", o cuando se cachetea ella sola en su cuarto. María-Libre puede callarse todo lo que quiera, acostarse con quien quiera, ir donde sea, pero batalla contra esa sombra huyendo a pie o en autobús a un destino que desconocemos.

En su camino a Topolobampo, María conoce a Juan (Roberto Mares), un joven del sureste de México también callado, tímido, con una carga distinta a la de ella y un semblante más triste al serio y desparpajado de María. Se acompañan de camino a la ciudad de La Paz catártica, donde comparten un cuarto de hotel ante la reticencia del muchacho, después se cuentan las historias mutuas como no lo había hecho ni platicado antes ella con tanta confianza, al igual que el sueño que la impulsa a llegar a no sabemos dónde. Tras la sordidez de los acostones anteriores de María, sucede el vuelco de un beso entre ambos nómadas y un acostón que el encuadre fijo en sus expresiones nos presenta la empatía entre los dos y la sonrisa sonrojada de ella. María-Puta se queda atrás en la oscuridad del sueño donde su madre se burla de su hija ante el mar, desaparece en La Paz del sueño de Juan y ya no la acompaña hasta la Laguna de San Ignacio, donde por fin conocerá a aquella ballena que la había invitado a viajar. 

De nuevo nos topamos con una estructura de-efe-céntrica-que-termina-en-viaje-revelador, "with a twist". Minimalismo al 100, constantemente forzando los focos para destacar la presencia de María al cruzar la Avenida Juárez difusa, al desayunar cabizbaja en la cocina con su madre borrosa, arrastrar la atención hacia un retrato adolescente bonitillo en el tocador enmarcado por los cuerpos difusos en cópula mecánica, los cuidados encuadres de Gabriel Mariño en conjunto con el cinefotógrafo Iván Hernández se dedican a desmenuzar pacientemente el entorno que rodea a María al dejar la ciudad e ir confrontándose con esa otra parte del país que desconoce y va sorteando en su travesía, también evadiendo el uso del gran plano abierto para no babear ante el paisaje y centrándose en el eje que es María en toda la historia. A fuerza de cortes directos que evitan transiciones exageradas, esta ópera prima deja desarrollarse tanto al personaje como la actuación tan fresca y sólida de Lucía Uribe, evadiendo la constante profundidad de campo para enfatizar su estado absorto con el foco centrado en ella, siempre confrontándose y resolviendo sus encuentros con hermetismo hasta encontrar inesperadamente al nómada gemelo que es el conmovedor Juan, interpretado por Roberto Mares. Si los encuadres oblícuos suelen enmarcar la gris existencia de María, tras el primer encuentro con Juan, recurre a una hermosa toma del cielo aborregado donde apenas entra una parte del camión que anuncia "Topolobampo" que indica el giro del relato de lo sórdido a lo idílico, cual intertítulo episódico, donde el contacto de María con la naturaleza cada vez más presente en el viaje pone de manifiesto su apertura con el nuevo desconocido y otra faceta se da a conocer.

Lírica más que buscar los excesos de la tensión dramática clásica, viajamos con la protagonista en una elegante y cuidada narrativa sin mayores aspavientos.  
Así, nos quedamos con María que ha dejado por unos días el lastre de su vida y en el camino. Emocionada ve al horizonte y sorprende viéndote a ti, a quien de inmediato hace cómplice de haber conocido como nadie a María en su Mundo Secreto.


domingo, 20 de mayo de 2012

#32Foro Cineteca ALPS: Los suplantadores


Exhibida dentro del Festival de Berlín de 2011,  Alps nos presenta a un reducido grupo de conocidos que comienza una empre$a filantrópica: ante la pérdida del ser querido, se ofrecen para suplantar a aquella persona ausente y que los familiares terminen de desprenderse de ellos. Así tenemos a una enfermera (Angeliki Papoúlia), un chofer de ambulancia (Áris Servetális), un entrenador (Johnny Vekris) y una gimnasta (Ariane Labed en su segundo trabajo fílmico después de Attenberg, en donde logró la Coppa Volpi por su interpretación) que comienzan una junta en donde definen bautizar al grupo como "Alpes" y el chofer toma el nombre de Mont Blanc (el más alto de esa cordillera) por ser el líder, la enfermera adopta Mont Rose, el entrenador Mont Matterhorn por recuerdos de la infancia y la gimnasta en constante frustración el de Weisshorn.

lunes, 14 de mayo de 2012

Esta NO es una película de Jafar Panahi y Motjaba Mirtahmasb

This is not a film o No es una película.

Jafar Panahi


Exhibida durante el 7º Festival Ambulante y ahora en el 32 Foro Internacional de la Cineteca, ¿a quién le podría interesar un registro en video de un cineasta en su casa? ¿No es acaso lo más aburrido que ver? Un director de cine hablando por teléfono, tomando té, cuidando de la iguana Igi, la mascota de su hija, pero no en el ámbito que hace lucir tanto a los directores de cine: entre la tramoya, dirigiendo actores y dándoles indicaciones precisas, acomodando la cámara y todo aquello que la parafernalia cinematográfica gusta mostrar. Pero la situación actual de Jafar Panahi no le permite exponerse de manera que le endurezcan la sentencia del Estado Iraní a 6 años de prisión y 20 simultáneos de prohibición para no filmar una sola película, sentencia que comparte con Mouhammad Rasoulof. En el caso de Esta no es una película, nos encontramos con Jafar esperando que se confirme o se reduzca como se lo hace saber su abogada al teléfono, quien le da esperanzas de que la sentencia de 20 años sea eliminada y solo el castigo quede reducido a 3 años de prisión. Con el hartazgo de vivir en arresto domiciliario y tras sufrir la irrupción de la policía para detener el rodaje que empezaba en su casa, Jafar no tiene nada mejor qué hacer mientras su familia sale a pasear y hacer sus pendientes, de no olvidar alimentar a la iguana Igi, recibir llamadas y el apoyo de colegas, repasar un guión que el Ministerio de Cine nunca aprobó y que, por lo visto, desea realizarlo.

Es por eso que el colega y documentalista iraní Motjaba Mirtahmasb acudió a la casa de Panahi para grabarlo a petición de Jafar y contemplar todo lo que sucede en un día (cinematográfico) de su arresto domiciliario. "Todo se debe documentar", afirma cada que Panahi se detiene a pensar si todo lo que hacen tiene algún sentido.

viernes, 6 de abril de 2012

DAVID CRAZY LYNCH TIME

"Siempre hay música en el aire",
dijo en su lenguaje al revés El hombre de otra parte 
que empieza a bailar en cuanto la escucha surgir de la nada, tronando los dedos para llevar el ritmo.



David Lynch regresa a sus andadas, pero esta vez son las musicales, nada que ver con el cine o tan siquiera saber de algún nuevo proyecto fílmico. Por ese lado hay que seguir esperando. Pero no por del lado musical en el que Lynch se ha dedicado durante estos útlimos años a explorar y hacer tanto su propia música como colaboraciones que han sido memorables. A resultas de todo esto, su álbum Crazy Clown Time ha visto la luz y se encuentra disponible prácticamente en cualquier parte, así como Good Day Today / I know. Padrino musical de Au revoir Simone, a quienes conoció en una de sus pláticas sobre meditación y creatividad donde dieron concierto, David trabajó su disco que digamos es el primero propiamente de él, no reducido a un sólo tema como Ghost of love, que aparece en un momento crucial en su película Inland Empire y como parte del Soundtrack de la misma, sino con otros temas producidos aparte y un tema "Dance", ¿eh?. Esta última seman de marzo de 2012 circuló por Twitter y facebook y cuanta otra red social estuviera disponible, el nuevo video que dirigió el mismo Lynch: Crazy Clown Time. A varios se nos salió la lagrimita de ver esta fiesta en un patio trasero con gestos obsesivos y disparatados al puro estilo de David. Obvio, a otros ya les aburre.

Veamos el videoclip mencionado y también una entrevista al respecto del video y el álbum que realizó Eddi Moretti, Director Creativo de la revista Noisey.


Acá la entrevista, donde abordan el por qué llamar así el tema como Crazy Clown Time, y Moretti le recuerda si tiene que ver con uno de sus textos que publicó en su libro sobre meditación e inteligencia creativa, el Sofocante Payaso de hule.



jueves, 2 de febrero de 2012

Una discusión sobre "Melancolía"


Desde que la falta de cálculo para plantear "lo que no alcanzó a justificar" Lars von Trier acerca de su "comprensión" hacia los nazis, la discusión sobre Melancholia se dividió de tal forma que se hablaba más de él y su desatino en Cannes que de la película. Ya enfriado el asunto del "nazismo comprensivo" y con la atención que el mismo dirtector se ha logrado atraer desde Anticristo, Melancolía no podía quedarse en el camino. Desde el veto en susodicho festival, la película misma ha logrado labrarse su camino y hacerse de fanáticos como de detractores, es decir, es saludable como película. Pero así como a unos les gusta, otros ni la entienden u otros tantos esperan una diatriba sobre la melancolía, no sobre una boda y un funeral... del mundo. Para estas fechas que aun no se conoce con certeza el estreno en México de la película, el internet tan correteado de nuestros días se ha dado la oportunidad de ser tan pródigo y proporcionar a otros tantos la posibilidad de verlo. Aun así, es más seguro conseguirla importada en Blu-Ray que tener el estreno pronto.
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Actualización: Estará de estreno en el 32 Foro de la Cineteca Nacional
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Film Quarterly, esta publicación trimestral de la Prensa de la Universidad de California, publicó una discusión sabrosona sobre Melancolía, lo que en la opinión de sus colaboradores de cabecera Nina Power y el editor de la misma revista Rob White, la película tiene mucho de dónde rascarle. Muchas pistas se encuentran en sus conclusiones, tal vez hasta el momento la que es mi favorita es la de Rob White que sentencia a Melancolía como una parábola subersiva.
Píquenle por "áhi" y encontrarán el link si les aburre la siguiente traducción. Si no, llévensela a la mano para la oportuna discusión chicha de la película chingona, como sigue:

Lo más reciente de Lars von Trier se ha ensombrecido por los juicios erróneos de sus comentarios en el Festival de Cannes en 2011. Esto es una pena porque, como discuten la escritora de larga carrera Nina Power y el editor Rob White (resumiendo un diálogo que comenzó aquí a propósito de Anticristo de von Trier), Melancolía es un trabajo rico, fascinante y radical.


lunes, 16 de enero de 2012

Sección Copiar/Pegar presenta "Películas Imposibles II": Andrei Tarkovski

Sección Copiar/Pegar presenta "Películas Imposibles II":
Andrei Tarkovski.



Indudable genio de la cinematografía mundial, visionario dentro de las limitantes del cine soviético en su época, desde que su segunda película Andrei Rubliov salió a las pantallas del Instituto de Cinematografía soviético, Andrei no encontró más que obstáculos para poder siquiera exhibirla y después poder realizar los proyectos que tenía en mente. Si La infancia de Iván logró ganar el León de Oro del Festival de Venecia en 1961, abriendo las puertas del cine occidental a la cinematografía rusa, cuando las autoridades del Instituto de Cinematografía vieron que la historia del pintor de íconos medieval ruso Andrei Rubliov era una alegoría de la creación artística, no les encantó que fuera una película muy individualista, al menos la historia anterior del chiquillo Iván y su batalla personal durante la invasión alemana a la URSS en la Segunda Guerra Mundial era en beneficio del pueblo ruso, en el caso de Andrei Rubliov fue un tanto al revés, el camino del logro personal estaba por encima del interés del pueblo ruso, no enaltecía la colectividad ni nada de eso. En Tarkovski vieron cierta amenza y decidieron castigar su atrevimiento condenando a Andrei Rubliov a ser exhibido con pocas copias... años después de haberse filmado, incluso escondiendo la película a los Festivales Internacionales de cine que la solicitaban. Andrei tuvo que conformarse a realizar una película por encargo que fue Solaris, adaptación de la novela de Stanislaw Lem y la mejor versión hecha para esta obra, hasta las autoridades rusas se vanagloriaban de la misma por ser una especie de respuesta soviética a 2001: Odisea en el espacio de Kubrick. Pero el rebelde de Tarkovski saldría con un proyecto demasiado personal llamado El espejo, con rasgos autobiográficos, apuntalado con la poesía de su padre Arseny Tarkovski y una serie de episodios sobre su madre y su vida en las estepas rusas. Volvió a ganar prohibición y "gozar" de la exhibición de su película en los lugares más remotos de la Unión Soviética de los años 70, así como un determinado bloqueo del Instituto de Cinematografía por otorgarle proyectos o siquiera acceder a financiamientos de los propios. Entre estos, había preparado una adaptación de Hamlet, que logró montar en teatro y representó un éxito, pero de alguna forma también incómoda para las autoridades rusas, por lo que el proyecto cinematográfico tampoco se pudo concretar. Tras la realización de Stalker, otra obra de ciencia ficción, Tarkovsky se fue a vivir en el exilio, donde en Italia primero filmó Nostalgia al amparo de Michalangelo Antonioni y después en Suecia su última película Sacrificio, con el apoyo de la gente de Ingmar Bergman, el actor Erland Josephson y el Instituto de Cinematografía Sueca.
En el camino de su exilio, también trabajó en proyectos que no se llegaron a concluir y Alexander Kluge recoge un episodio en el que le tocó trabajar con un equipo de producción alemán que pretendía llevar a cabo la adaptación de una novela de Rudolf Steiner dirigido por Andrei Tarkovski, como sigue.