Desde
el nacimiento “científico” del cinematográfo, se sucedieron una serie de
eventos que poco a poco fueron conformando eso que a la fecha conocemos como El
Cine, y no fue hasta que patriarcalmente surgió la discusión para designar en
dónde había nacido el cine que se comenzó a asentar su verdadero origen peleado
entre los franceses por colocar a los Hermanos Lumiére por encima de la
paternidad del enemigo público No. 1 de Nikolai Tesla: el inventivo Thomas Alva
Edison. Tras determinar que los Lumiére por fecha y características del Cinematógrafo
fueron los padres del Cine (punto para Francia) y que el aparato que funcionaba
con las monedas de níquel de 25 centavos de dólar (los Níquelodeones, Nikelodeons, de donde el canal de tv homónimo toma
el nombre) no fue tan determinante para impulsar lo que años después sería
llamado el Séptimo Arte, empezó a construirse lo que ahora conocemos como La
Historia del Cine, primero desde el impulso de crear una industria del
entretenimiento en Estados Unidos, al igual que en Francia y otros países a los
que pudo llegar a venderse el cinematógrafo de los Hnos. Lumiére (en nuestro
caso, México fue uno de los primeros y en donde nació el documental propiamente
con las primeras “vistas” porfiristas).